LA TIRANA

Los 16 de julio de cada año en Iquique, puerto ubicado en la primera región de Chile. Se esperan que 230 mil peregrinos arriben al poblado de La Tirana para participar de la tradicional fiesta en honor a la Virgen del Carmen, donde a través de la música, coloridos trajes y la danza de 10 mil bailarines y 213 cofradías de todo el Norte Grande se desarrolla una de las manifestaciones de piedad popular más importantes de Sudamérica.

Los asistentes piensan: "La danza es una expresión de la buena voluntad y piedad de la gente, "que la Iglesia asume para darle dirección, protegiendo y enseñando. Muchos tienen una religiosidad más cerebral, pero también hay otras formas de comunicación, como la canción o el movimiento del cuerpo. No es sólo una danza, es una orientación a Dios que en este caso va tomada de la mano de la Virgen María".

Aunque las danzas se extienden entre el 10 y el 19 de julio, para llegar hasta el corazón de la Pampa del Tamarugal las cofradías ensayan durante todo el año, se deben autofinanciar y ajustarse a estrictas reglas, que regulan desde el largo de las faldas hasta el repertorio musical de las bandas.

Cada grupo debe tener personalidad jurídica y estar en una de las 11 asociaciones existentes, las que a su vez responden a la Federación de Bailes Religiosos La Tirana, fundada el 2 de julio de 1965 y que tiene en sus registros 230 bailes y 15 mil socios.

Todo gira en torno a una gran disciplina y tradiciones. Por ejemplo, hace 5 años se prohibió adaptar música popular, para mantener la esencia de la fiesta.

"Fe y corazón"

Las danzas duran entre 45 minutos y una hora. Cuando llegan al Santuario saludan a Cristo en la Cruz del Calvario al ingreso al pueblo, para luego caminar hasta el templo y saludar a la "Chinita" (Virgen) durante 20 minutos. De ahí danzan en los alrededores del templo a razón de 2 y hasta 7 veces por día. Los más "puristas" dicen que la hora ideal para bailar son las 5 de la madrugada, cuando el frío puede llegar a 2 grados bajo cero.

Bailes, música y fervor popular ya son sello de esta procesión en honor a la Virgen del Carmen que espera congregar a 213 cofradías y a más de 230 mil visitantes.

Historia La historia se remonta al siglo XV, cierta princesa inca "Ñusta Huillac", de relevante belleza, hija de un sumo sacerdote inca, quien vivía plácidamente en la soledad del desierto, sintió en su corazón que aquellos intrusos venidos de allende los mares iban a subyugar a su culto pueblo. Ella misma decide enfrentar a los invasores y se rebela contra las disposiciones de quienes daban trato tan indigno a su gente tratándolos como esclavos, imponiendo sus creencias y su cultura, arrebatando sus riquezas. Adopta la posición de combatir y encabeza diversas excursiones contra los conquistadores hispanos. Un día el minero portugués Vasco de Almeyda, ferviente devoto de la Virgen del Carmen, fue hecho prisionero. Los ojos de la bella princesa inca al conocerlo se encandilaron con la figura de aquel hombre. El amor golpea fuertemente en su alma y cautivada por las palabras y la varonil estampa de ese aventurero, venido de tan lejos comparte horas de conversaciones interminables, donde amorosamente Almeyda explica su forma de pensar a la "Ñusta", convirtiéndola al catolicismo. Este hecho fue calificado como una traición por sus seguidores. Los incas no pudieron aceptar la relación entre la princesa y aquel desconocido invasor. Ellos se aferran al amor y la "Ñusta" se transforma en protectora del prisionero. Es entonces cuando se inicia la tragedia, porque el propio pueblo decide sacrificarlos dándoles muerte a ambos. A mediados del siglo XVI Fray Antonio Rendón, descubrió una cruz cristiana en los bosques de tamarugos, es el lugar dónde la muerte unió a los dos enamorados y cuya ubicación coincidiría con el actual emplazamiento del pueblo de La Tirana. Tradición que perdura en el tiempo. Una familia, una comunidad, un País sin tradición es caminar sin rumbo ante los nobles ideales del hombre, y si esa tradición es religiosa, los elementos se confabulan a favor de esas personas, concedida por su Santa Patrona.

Cofradías tradicionales