UN LIBERAL ETERNAMENTE SOSPECHOSO
José Antonio de Rojas (Santiago de Chile 1732- Valparaíso, 1816), Chileno, criollo y patriota que luchó contra el dominio español durante el siglo XVIII e inicios del XIX. Perteneciente a una rica y poderosa familia chilena, fue parte de la fallida y utópica Conspiración de los tres Antonios y fue preso político durante gran parte del proceso emancipador chileno.
José Antonio de Rojas (Santiago de Chile, 1732 - Valparaíso, 1816), hijo de Andrés de Rojas y María Mercedes Untuguren Calderón. Fue capitán de caballería y corregidor de Lampa, Perú.
José Antonio de Rojas, distinguido e influyente criollo, mirado con gran recelo por la autoridad, era un gran lector de los pensadores franceses ya en los años 1770, su biblioteca incluía la “Enciclopedia” de Diderot y D’Alembert, “ Antonio de Rojas y su cuñado Manuel de Salas, cultivados partidarios de reformas, difusores de nuevas ideas e impulsores de la educación, serían decididos partidarios de la junta de gobierno.
En todo caso, los pocos que vislumbraban un gobierno
independiente, concepto tan subversivo como insólito, debían ser discretos y
sutiles. No obstante, el encadenamiento de los sucesos europeos, americanos y
chilenos iba a conmover las opiniones.
José Antonio de Rojas, uno de los precursores de la
independencia, probablemente fue el primer chileno que trajo una cámara oscura
desde Europa, invención que además tiene sus principios en la antigüedad Griega
(Aristóteles), logrando un mayor desarrollo en el Renacimiento (Leonardo).
Motivado por sus inquietudes intelectuales y tras su
permanencia durante los años 1771 a 1779 en España, Rojas empleo parte de su
fortuna en la adquisición de objetos , instrumentos y libros, entre los que se
dice haber existido una cámara oscura cuya llegada desde Cádiz a Valparaíso
debió haber acontecido hacia el 79 Viajó a Europa, desde donde regresó (1775)
cargado de libros de autores ilustrados franceses —entre ellos La
Enciclopedia—, que contribuyeron a su acercamiento hacia las ideas liberales.
Por estas ideas luchó y estaba en contra el dominio español durante el siglo
XVIII e inicios del XIX.
UNO DE LOS TRES ANTONIOS
En 1781 se vio implicado en la “conspiración de los Tres
Antonios”. Se denunció en
Santiago la existencia de una conspiración. En ella, además de Rojas, estaban
implicados los ciudadanos franceses Antonio Berney y Antonio Gramusset con
quienes compartían sus ideales y con quienes planeó establecer en Chile un
sistema republicano que aboliera las diferencias sociales y la esclavitud.
La inmensa mayoría de los chilenos, hasta poco antes de
1810, no imaginaba un país separado de los dominios hispanoamericanos. Una
minoría, sin embargo, influida por las ideas racionalistas de la ilustración y
preocupada por las limitaciones que el sistema colonial imponía, deseaba
reformas importantes desde hacía muchos años.
El primero se había radicado en Chile alrededor de 1776.
Tras los hechos en que se vio implicado, se le remitió a Lima y en 1784 fue
enviado a España en el navío San Pedro Alcántara, que naufragó en las costas de
Portugal. Berney pereció ahogado.
Antonio Gramusset, por su parte, nació en Premelieu,
Francia, en 1740 y arribó a Chile en 1764. Ese mismo año se enroló como cadete
en una compañía militar formada en Santiago por los extranjeros residentes en
la ciudad.
Se sabe que arrendó una hacienda que era propiedad del
convento de La Merced.
LA CONSPIRACIÓN DE LOS TRES ANTONIOS
Las conpiraciones giraban en torno a la conveniencia de
establecer en Chile un régimen republicano, cuyo gobierno sería ejercido por un
cuerpo colegiado elegido por los habitantes del territorio.
En materias sociales, aspiraban a la abolición de la
esclavitud y de la pena de muerte, a la desaparición de las jerarquías sociales
y a una redistribución de las tierras. En enero de 1781, estas discusiones
fueron denunciadas al oidor Álvarez, quien inició secretamente una
investigación, y una vez reunidos los antecedentes, los puso en conocimiento
del Gobernador Benavides. Luego se procedió a la detención de los dos
franceses. De Rojas no fue apresado debido a los amplios e importantes vínculos
de su familia.
NUEVAMENTE SOSPECHOSO
En 1781, la “conspiración de los Tres Antonios” fue
detectada por las autoridades y sus líderes, apresados.
La situación país en 1810 hizo crisis cuando el rey
Fernando VII, prisionero de Napoleón, no pudo seguir gobernando América.
De Rojas fue detenido junto a Juan Antonio Ovalle y
Bernardo de Vera, por orden del Gobernador García Carrasco, debido a la
denuncia sobre una conjura independentista que los tres estarían planificando.
A pesar de la resistencia del Cabildo, los acusados fueron remitidos a
Valparaíso. De Rojas y Ovalle fueron enviados al Perú, desde donde retornaron
tras demostrar su inocencia.
En ese año fue detenido por orden del Gobernador Francisco
Antonio García Carrasco. Nuevamente conoció la prisión entre 1814 y 1816,
cuando fue relegado al presidio de Juan Fernández, desde donde fue trasladado
al continente, a los pocos días de su arribo a Valparaíso, muere debido a los
malos tratos recibidos en su cautiverio y a su edad.
En su casa se realizaron tertulias y fiestas que
difundieron las ideas ilustradas entre los criollos. José Antonio de Rojas no
alcanzó a ver el triunfo de algunas de sus ideas. Su sobrino, José Miguel
Infante de Rojas, como ministro fue quien llevó a cabo la abolición de la
esclavitud en Chile en 1823.
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